Posts destacados

Los perros ‘invisibles’ buscan dueño

Les llaman los invisibles porque nadie los ve. Ellos son los perros del Centro Integral de Acogida de la Comunidad de Madrid (CIAAM) que nadie quiere. Pasan los años y ningún adoptante se fija en ellos. Pasan desapercibidos y no por su tamaño.

La Adopción de un gato enfermo

Todos queremos que los miembros de nuestra familia estén sanos, es lo más lógico, pero esto hace que muchos animales discapacitados o con enfermedades no sean adoptados y pasen su vida en las protectoras, en el mejor de los casos.

La Adopción de un gato enfermo

18 julio, 2014 Historias de adopción

Todos queremos que los miembros de nuestra familia estén sanos, es lo más lógico, pero esto hace que muchos animales discapacitados o con enfermedades no sean adoptados y pasen su vida en las protectoras, en el mejor de los casos. Acoger a un gato con ceguera, el virus de inmunodeficiencia felina, la leucemia, amputación de un miembro o alguna otra enfermedad grave conlleva un gasto superior de dinero y una mayor dedicación, pero la experiencia de aquellos que viven con ellos nos cuenta que no los cambiarían por otro porque aseguran que estos animales son muy agradecidos y cariñosos.

Los gatos dependientes son definidos como “especiales” por sus conocedores, como Carmen Ramírez, presidenta de la asociación Protección Felina. Pero quienes adoptan a estos gatos enfermos o con discapacidad “también son especiales, porque asumen una mayor responsabilidad y dedicación que quienes adoptan uno sano”, explicó Ramírez a la web Consumer.

Los expertos afirman que cada vez hay más españoles que deciden adoptar un felino que necesita cuidados especiales. “El grado de concienciación ha crecido entre los españoles a la hora de entender el acto solidario que supone dar una oportunidad a un gato que tendrá más difícil encontrar un hogar, porque padece alguna enfermedad o tiene alguna discapacidad”, coincide Luisa Muñoz, presidenta de la asociación Progat Cornellá, que cifra en un 95% el número de felinos discapacitados o con enfermedades de su asociación que son adoptados.

Además, estos adoptantes no comenzarán desde cero, la mayoría de las protectoras en las que se encuentran estos gatitos especiales mantienen una reunión con los adoptantes dándoles todas las explicaciones necesarias para que la convivencia con el nuevo inquilino sea la más satisfactoria para todos. También les aportan información sobre su enfermedad y las pautas para que el animal viva en las mejores condiciones.

El resto de trámites serán los mismos a seguir que para cualquier otro animal adoptado.

Cuidados de estos especiales amigos

Concederle su propio espacio e intimidad para que tenga margen para acostumbrarse a su nueva familia. Es normal que a su llegada al domicilio el gato se muestre asustado y esquivo, hasta que coja confianza con su nuevo territorio.

Tener en cuenta la naturaleza, personalidad y circunstancias del animal adoptado enfermo o discapacitado para facilitarle el material que le permita desarrollar su actividad diaria, de forma que si su movilidad es reducida, su comedero, bebedero, cama o arenero se pueden ubicar en zonas de fácil accesibilidad.

Solicitar la supervisión del veterinario, si el gato precisa de un tratamiento para mantener los síntomas de su enfermedad bajo control.

Mucho cariño, caricias y paciencia: ingredientes fundamentales para que el felino adoptado enfermo o con discapacidad se sienta como en casa.

La historia de Rubí

Mi nombre es Rubi y son un gato discapacitado.

Nací con una malformación en la columna que me impide andar con mis patas traseras ni controlar mis esfínteres.

Me dejaron abandonado junto a mi mamá en Valladolid, pero unas personas muy buenas apostaron por mi. Me llevaron a Madrid y me operaron gracias a Mascoteros Solidarios para intentar curarme, pero no pudo ser.

Fui adoptado y hoy en día vivo en una familia que me quiere mucho. A veces escucho a algunos humanos ignorantes compadecerse de mi y de mi discapacidad, poniendo en duda si debería vivir o no.

Yo estoy tranquilo porque mi familia nunca ha dudado de que soy igual de feliz que un gato sin discapacidades.

Tal vez haya familias que influidas por esos comentarios puedan tomar una decisión equivocada, familias que estén buscando adoptar un amigo y descarten a amigos como yo por miedo…

Mentiría si dijera que los comienzos fueron fáciles, pero es que nunca son fáciles cuando llega un nuevo miembro a un hogar. Digamos que los comienzos son diferentes ;)

En mi caso tuvieron que aprender a ponerme pañales y, en vez de limpiar un arenero, me cambian dos veces al día.

Por lo demás soy igual… bueno no ¡¡¡soy un super gato!!! Porque mientras otros necesitan cuatro patas para correr, o solo necesito dos. Es verdad que no puedo saltar, pero escalo hasta alturas de dos metros con mis dos patas ¿qué gato puede hacer eso?

Espero que mi experiencia sirva para dar a conocer la realidad de la vida de un animal discapacitado y sus familias y que también sirva de apoyo a aquellos que tengan que afrontar esta situación que al principio puede parecer… diferente :)
¡¡¡No te arrepentirás!!!

https://www.youtube.com/watch?v=JC_48_MfbbM

Fuentes: Noelia Gago (Mascoteros), Consumer. Beatriz Ramos Foto: Beatriz Ramos